Cuando amaneció el 23 de abril de 1616 Miguel de Cervantes sabía ya que tenía «puesto el pie en el estribo»; sin embargo, había muchas otras cosas que murió sin saber.
Murió sin saber que su obra sería considerada la mejor novela de la historia, a pesar del desacuerdo de todos aquellos que nunca la leyeron; ni que hoy, en su honor, sería el día del libro. Sin embargo, sí que sabía que la literatura transforma y se transforma por naturaleza, y que por ello nunca jamás morirá.
El mundo ha cambiado, la prisa se ha apoderado de todos y cada vez consumimos más imágenes que palabras, pero las palabras no es necesario que sean muchas, si llegan. Una de las más maravillosas transformaciones de la literatura es, sin duda, la novela gráfica que nos sumerge en la historia maravillando, además, la vista. Nosotros apostamos por ella y, por eso y para vosotros, tenemos a la literatura transformada en cómic, en manga y en novela gráfica.
¿Las queréis? Las tenéis.